6 de enero de 2010

Copenhague (3): Las mazmorras de la sirenita


La pulcra, rubia y desarrollada Dinamarca ha mostrado sus mazmorras. Cuatro activistas de Grenpeace, después de estropear una velada monárquica, han pasado veintiún días de cárcel donde han sido tratados como los pulcros, rubios y desarrollados policías daneses tratan a los delincuentes o a quienes consideran que se les parecen. La democracia de la sirenita se ha portado igualitariamente, hay que reconocerlo. Ya durante la cumbre del clima celebrada en Copenhague se puso de manifiesto que la represión policial iba en serio. Los policías daneses pegan palos como cualquier polícía que pega palos a unos señores que no conocen de nada. Lo que hasta ese momento no se sabía es que la institucionalidad jurídica del país deja bastante que desear en lo que respecta al respeto a los derechos de las personas.

Greenpeace es una organización mediática, educada y políticamente correcta. La respetan las amas de casa, los curas, los alcaldes y los niños. Hasta ahora se suponía que también los policías y los jueces de los países del primer mundo "plus". Pero no. No están los tiempos para estas debilidades. Hemos ingresado en la época de la criminalización universal. Si esto le pasa a los buenos chicos ecologistas de Greenpeace en Dinamarca imagínese Ud. lo que les pasa diariamente a los inmigrantes, indocumentados o no, en el resto de Europa. En Italia por ejemplo. Algo huele mal en Dinamarca y en todas partes.

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