8 de marzo de 2011

Libia y sus acuíferos

A punto de convertirse en el Irak de Obama, Libia, aunque ha existido desde hace milenios, ahora existe más. Son los efectos de realidad de los medios de comunicación e Internet. En los años ochenta Gadafi causaba cierta admiración por su extravagante aliño indumentario y por su oposición, más o menos desde la izquierda, al Imperio. Luego vinieron los atentados a los aviones en Inglaterra y los bombardeos americanos a Trípoli que obligaron a un período de mayor contención por parte del coronel.

Pero eso sucedía en la superficie: su proyecto épico, amén de la represión a su pueblo, continuaba en las profundidades de los mercados financieros europeos y en la profundidades del enorme desierto libio. Aquí la megalomanía de Gadafi linda con el horror. Construyó un rio artificial que conduce agua fósil extraída de enormes acuíferos situados en los desiertos del sur del país. "El Agua fósil (agua connata) es agua subterránea que ha permanecido en un acuífero por milenios. El agua puede permanecer bajo el subsuelo alojada en mantos acuíferos por miles y quizás millones de años. Cuando los cambios geológicos los sellaron impidieron su recarga y éstos quedaron atrapados dentro, convirtiéndose así en: agua fosilizada. El fechado con radiocarbono ha revelado que algunos acuíferos han permanecido así desde hace 40,000 años, desde antes de la última glaciación. Los acuíferos de Ogallala y Nubia se encuentran entre las más notables de las reservas de agua fósil. La extracción del agua fósil es algunas veces referida como agua mina dado que es una fuente no renovable".

Siguiendo el mismo esquema y similar tecnología que la utilizada para la extraccción del petróleo Gadafi ha sacrificado recursos no renovables para sostener su proyecto de "desarrollo" en el norte de Libia y de paso crear una red de tuberías subterráneas aptas para uso militar. La lógica del desarrollo a toda costa, arrogante, agresivo y despilfarrador tiene en el ejemplo libio su paradigma. Pero también, simultáneamente, muestra una vez más lo efímero y transitorio que pueden ser los sueños de omnipotencia. Esperemos que si Gadfi es derrocado sus sucesores detengan o, al menos moderen, este proyecto del horror.