14 de abril de 2012

Ilusionismo tecnológico y lavavajillas

El discurso ecologista en gran parte ha sido absorbido y colonizado por el productivismo. Su máxima expresión ideológica es el llamado “desarrollo sostenible” que, sucintamente, consiste en mantener las mismas características de las mercancías, sus volúmenes de producción y sus usos pero supuestamente realizados, en algunos de sus procesos, de una manera “verde”. Nace así la ideología de un capitalismo cromático, alegre, responsable, renovable e inocuo para el medio ambiente. No obstante, cualquier análisis mínimamente riguroso del ciclo de los objetos producidos revela inconsistencias en alguna parte del mismo. Ya sea en la producción, distribución, consumo o en la generación de desechos, aparecen agujeros  de despilfarro energético y/o contaminación.

Recientemente en un blog dedicado a temas más o menos ecológicos se hace un panegírico al lavavajillas. Los argumentos están supuestamente avalados por estudios técnicos de diversa índole y la conclusión es que el uso del lavavajillas es más eficiente desde el punto de vista del ahorro de agua en relación al lavado a mano y en general amable con el medioambiente.

¿Realmente alguien puede creer que un aparato que ha requerido grandes inversiones en tecnología, instalaciones y transportes; que ha necesitado de enormes cantidades de energía en su fabricación; que ha utilizado extensas estructuras logísticas y de redes de venta, marketing y publicidad para su puesta en el mercado; que probablemente sus materiales tendrán algún grado de toxicidad y que terminará su días en un vertedero, probablemente en África etc., sea inocuo para el medio ambiente y las personas?  Hay que tener mucha fe en el capitalismo "verde" y/o estar financiado por las empresas fabricantes para afirmar semejante despropósito. Un lavavajillas es un claro ejemplo de la creación de necesidades a partir del ilusionismo tecnológico, es decir, de la producción de objetos maravillosos y casi mágicos que, aparentemente, vienen a satisfacer importantes requerimientos sociales. Mediante la constante agregación de funciones técnicas supuestamente más avanzadas se estimula la obsolescencia programada de unos modelos por otros.

El lavavajillas es uno de los tantos representante de las tecnologías banales, superfluas y  dañinas cuyos fabricantes quieren convencernos que “responden a las necesidades de los consumidores”. ¿Es necesaria tanta sofisticación tecnológica para hacer algo tan sencillo como fregar platos? ¡Por favor! Ahorrar agua lavando a mano es una cuestión de hábitos. Cierre UD. el grifo y utilice barreños. Ahorrar agua, metiendo tecnología en un aparato diseñado para gastarla, es otro de los delirios y contrasentidos del “desarrollo sostenible”.


2 comentarios:

EDUNOMIA21 dijo...

Totalmente de acuerdo. Odio el lavavajillas. Su uso no tiene nada de positivo. Comencemos por lo pràctico: no lava cacerolas y, además, uno tiene que enjuagar primero los platos. Reloj en mano, se tarda más en poner un lavavajillas que en lavar platos puntualmente. Pero esa sería una cuestión meramente anecdótica.
Lo peor del lavavajillas no es si gasta más o menos agua, o si es otro malgasto de electricidad (que lo es). La cuestión, en la vida familiar, es que cría holgazanes de esos que se pasan el día en el sofá viendo telebasura (o sea, tv a secas). Cada cual, en una familia, debería lavarse, a mano, sus enseres, platos y cubiertos pero, con el lavavajillas, esa labor queda "centralizada" hacia una sola persona que, usualmente, pone el lavavajillas de mala gana y refunfuñando, sin enjuagar bien antes, con lo que el resultado normal es un lavado lleno de pegotes y problemas para el filtro del electrodoméstico.
En definitiva, la actitud de irresponsabilidad hacia las tareas del hogar, sobre todo de los hijos, son amplificadas por este triste aparato que tan buena acogida ha tenido en los hogares españoles, repletos de machos gandules y desidiosos, hembras lobotomizadas por el consumismo desenfrenado, y camada abstencionista y pasiva para con las tareas del hogar.

David dijo...

Trato de estar muy al tnato de las novedades tecnológicas ya que me interesa conseguir diversos productos. Lo ultimo que compre fue un lumia 900 ya que desde hacia tiempo que quería cambiar el celular y cuando vi ese me enamore